Sus inicios, su proceso y su debut. Un volante cargado de técnica y que vivió todas con la franja en el pecho jugó de titular en la web. La tercera edición del Sin Espacio es cargo de Pablo SIles.
Comenzaste a jugar al fútbol en tu Cerro Largo natal, ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol y cómo llegaste a Danubio?
Mis comienzos fueron en Charrúa de Melo, hice todo el baby fútbol ahí. A los 13 años, a través de una invitación de Adrián Viera (que en ese entonces trabajaba en la captación de Danubio) me ofreció hacer una prueba en el club y en el caso de quedar jugar un año en San Salvador y viajar a Montevideo cuando estuviera citado. Por suerte pude pasar la prueba y terminé quedando.
Los primeros años en el club fueron difíciles… lejos de la familia y no teniendo tanta participación. ¿Qué tan difícil fue? ¿En qué momento y con quién comenzaste a ganar continuidad?
La verdad es que sí, pero los pude llevar muy bien. Estuve acompañado de un amigo que también tuvo la posibilidad de quedar en el club por lo que el proceso lo hicimos juntos. A veces jugábamos y a veces no, pero desde Danubio se hicieron las cosas de la mejor manera para protegernos y que la situación se nos hiciera mas fácil. En séptima al estar entrenando en el interior me tocaba jugar poco, en sexta ya estando en Montevideo me tocaba seguir alternando pero no podía reprochar nada porque teníamos un equipazo. Hasta que un día en Sub 16, Pablo Gaglianone (técnico de la categoría) me dice: «Pablo, te voy a probar de volante, de 5, doble 5 o volante interno». Y yo no la veía mucho, era enganche, pero por suerte escuchamos a los que saben y hoy estoy jugando en esa posición gracias a él. A partir de ahí empecé a tener mucho más rodaje. Era una categoría muy buena.
Después de unos años difíciles donde se descuidó, hoy Danubio está «volviendo a las raíces» y recuperando la identidad que siempre tuvo en las formativas. ¿Cómo era en tu etapa ser jugador de Danubio en juveniles? ¿Qué tanto siente un futbolista joven estar en una de las mejores canteras del país?
Tengo muy buenos recuerdos de mi etapa en inferiores, el club nunca nos dejaba que nos faltara nada, ya sea mucho o poco, se brindaba todo lo posible para que tuviéramos todo, tanto dentro como fuera de la cancha nos auxiliaban y eso era muy importante para nosotros.
Cuando a uno le preguntaban en qué cuadro jugaba y respondía Danubio, la gente se sorprende, es un club muy prestigioso y más en juveniles. También a uno como futbolista le generaba incertidumbre el saber si podía llegar a primera, era difícil, si bien me estaba formando en uno de los mejores lugares, la competencia era altísima y había muchos jugadores con condiciones para lograrlo. La captación del club siempre fue muy buena e incluso algunos chicos que uno veía con unas condiciones bárbaras no terminaron llegando.
Durante tu etapa juvenil te tocó vivir en la Curva y compartir mucho con los hinchas. Sos uno de esos jugadores con sentido de pertenencia. ¿Qué tanto influyeron esos momentos y qué es Danubio para vos?
Es cierto que en mi etapa inicial me tocó vivir en la Curva, todos los días ya sea cuando iba a estudiar o entrenar te cruzabas con algún hincha que te decía algunas buenas palabras. Desde «vas a llegar», palabras de aliento o de buenos deseos, siempre dando para adelante con muestras de cariño. Guardo los mejores recuerdos y en algún momento me gustaría poder devolverle un poco más.
Pasando un poco más adelante, ¿En qué momento subís a Primera y de la mano de quién? ¿Cómo viviste tu debut?
La verdad que muy rápido, en ese momento el entrenador era Gastón Machado que fue el que me subió al plantel de primera. A las dos semanas estaba debutando, no me esperaba que fuera así, me sorprendió pero en el momento tocó adaptarse y continuar progresando para estar a la altura. Fue uno de los momentos más felices que me tocó vivir, lo recuerdo como si fuera ayer.
Como jugador de primera te tocó vivir de todo, jugar copas internacionales y también momentos tristes como el descenso. ¿Cómo fue para un jugador del club que desde juveniles se acostumbra a pelear arriba la presión de pasar por esos momentos?
Viví momentos lindos y no tan lindos, pero es parte del fútbol. Me tocó pasar el descenso y la verdad que no se lo deseo a nadie. Ningún jugador quiere estar en esa situación porque es complicado, hacés todo y más para sacar adelante esa situación y a veces no podés. A nosotros no nos alcanzó, tanto personalmente como el resto de los chicos que fuimos formados en el club lo sentimos un poco más y fue más duro de lo normal. Por ese momento duro que pasé me gustaría devolverle a Danubio una alegría importante, ese día voy a sentirme más tranquilo y espero poder lograrlo algún día.
Si bien ya estabas en Vitória y rindiendo de muy buena manera, seguiste la campaña de Segunda Divisón? ¿Cómo viviste el partido por el ascenso con el gol de Leandro Sosa ante Defensor Sporting?
Me tocó salir a Vitória, fue una oportunidad para probarme si podía rendir al siguiente nivel y si bien fueron pocos meses, me fue muy bien. A partir de ahí tuve la oportunidad de pasar a un equipo de Brasileirao importante y continuar con mi crecimiento.
Siempre sigo las campañas de Danubio desde que me fui, trato de ver todos los partidos y estar pendiente. Ese semestre en Segunda Divisón lo seguí de una manera especial. Me acuerdo que la final por el ascenso ante Defensor Sporting la vi junto a David Terans, estábamos juntos y cuando gritamos el gol de Leandro Sosa los compañeros en las otras habitaciones no entendían nada.
A mitad del año pasado se habló mucho de tu vuelta, tenías decidido volver a Uruguay y obviamente se rumoreó Danubio. ¿Qué tan cerca estuvo la situación? ¿Es cierto que esperaste hasta último momento incluso aunque las otras ofertas fueran superiores?
Es cierto que tuve la posibilidad de volver a Danubio y era la prioridad para mí. Yo sinceramente quería volver a Danubio pero por temas de tiempo y negociaciones no se concretó. Llegué a comunicarle al club que tenía la oferta de Liverpool y hasta cierto día podía esperar para darle una respuesta, por temas de tiempo no se dio pero yo creo que se va a dar en algún momento.
Finalmente llegaste a Liverpool, saliste Campeón Uruguayo y te tocó enfrentar por primera vez a Danubio... ¿Sensaciones?
Fue una sensación rarísima. De todas formas, lo que más me sorprendió fue el cariño tan grande de la gente ese día, no me esperaba algo así. Inclusive el gol (Danubio cayó 0-1 ante Liverpool ese día) no lo grité, no me nació. Pero fue rarísimo después de estar tantos años del otro lado.
Los hinchas te tienen mucho cariño y creen que en algún momento te van a ver de nuevo con la franja en el pecho. ¿La vuelta es un asunto pendiente?
Yo sinceramente quiero y deseo poder volver, pero no siempre depende de uno y también son momentos tanto del club como del futbolista. Mis ganas están pero uno nunca sabe, una cosa es querer y otra que finalmente se terminen dando las cosas. Al hincha solo tengo palabras de agradecimiento por todo el apoyo y cariño que me demuestra siempre. Ojalá algún día podamos reencontrarnos.