Sin dudas unos de los casos modernos y más relevantes de «niño prodigio» que eligió Danubio. Nos sacamos las ganas de preguntarle todo y más allá de sus gambetas, hoy dejamos Sin Espacio a Enzo Scorza.
Desde muy chico captaste la atención de muchos clubes, tanto a nivel local como internacional, llegándose a decir en los medios que con 12 años tu destino era Gremio. ¿Cómo y por qué elegiste Danubio?
En su momento cuando todavía estaba en Rivera, Gremio, River Plate de Argentina y Barcelona ya habían hecho una propuesta por mí, pero por recomendación de un tío y el Grupo Casal, decidimos que lo mejor era continuar en el país. A partir de ahí, se tomo la decisión familiar de ir a Danubio ya que es una de las canteras más importantes del país y en ese momento se estaba trabajando muy bien en juveniles. Luego estando ya en las juveniles, Gremio volvió e intentó llevarme a préstamo pero no se pusieron de acuerdo en los números con Danubio.
¿Cómo recordás tu debut en Primera Divisón?
Debuté con 17 años, el técnico era Gustavo Matosas. Si bien le guardo un bonito recuerdo, fue un partido difícil ya que estábamos abajo en el marcador y con uno menos. Gustavo me dijo : «entrá y encará», pero al estar con 10, los compañeros me pedían que bajara y ayudara en la marca, tenía que cumplir ambas funciones y terminé ahogado.
¿Tu recuerdo más lindo en el club es el partido en el Nasazzi frente a Bella Vista?
Yo creo que si. En Danubio mi mejor momento fue con Martín Lasarte. Él fue una de las personas que me marcó mucho por su sinceridad. En este momento yo estaba entrenando muy bien y jugando Tercera a un gran nivel. Martín se me acercó y me dijo: «Enzo, no bajes los brazos, estás en un gran momento pero tenés a Diego Ifrán, Sergio Leal, Diego Perrone y Daley Mena adelante, ya va a llegar tu oportunidad». Esas palabras me motivaron mucho, y después de varios meses de no subir, se dieron algunas lesiones y tuve la chance de ir al banco frente a Bella Vista. Estábamos obligados a ganar para seguir peleando el campeonato, en el entretiempo Martín me dio la oportunidad de entrar y tuve la suerte de hacer los goles. A partir de ahí tuve un pico alto, seguí teniendo buenos minutos en primera hasta el paro de la Mutual y después ya no renové mi contrato. De ese día no me olvido más.
Hablaste de la no renovación. ¿Cómo fue tu salida del club? ¿Te arrepentís de la decisión tomada?
Mi salida de Danubio fue el error más grande que cometí. En esa época, si bien ya era un hombre, era un gurí también. El Grupo Casal que me representaba, estaba en conflicto con Danubio por un paquete de jugadores que se quería hacer. La relación estaba tensa y se me dijo: «No renovás, nos vamos». Me sentí entre la espada y la pared, él era mi empresario y uno a esa edad hace lo que le dicen, pero a su vez Danubio era mi casa. Después de esa salida, a la gente le dolió muchísimo porque yo tenía una buena relación con la hinchada, me cantaban y siempre me estaban apoyando. Hasta hace unos años me seguían recordando el momento. Fue un error muy grande.
Si bien en su momento la salida fue complicada, hace unos años se mencionó tu nombre para tener una revancha en el club. ¿Estuviste cerca de volver a Danubio?
Cuando Danubio estaba por descender, me llamaron para ir. Yo estaba bien físicamente pero futbolísticamente no venía jugando. Fui sincero con el club y les dije que necesitaba un par de partidos para agarrar ritmo porque no quería hacerle daño a Danubio. Desde el club estaban buscando un jugador que esté pronto para jugar inmediatamente y al final no se dio.
¿A qué se dedica hoy en día Enzo Scorza?
En este momento estoy trabajando como intermediario de futbolistas, hice varias gestiones entre ellas la llegada de Sebastián Rodríguez a Peñarol. También trabajo con varios juveniles. Además de eso, me dedico al rubro de la leña, postes, etc.
Para cerrar: ¿Qué fue Danubio para vos?
Danubio en mi carrera deportiva fue todo. Fue el club que me formó y me permitió dar los primeros pasos a nivel profesional, vivir experiencias como las convocatorias a las selecciones juveniles, jugar copas internacionales y disfrutar de muchas alegrías de las que guardo un profundo recuerdo y jamás voy a olvidar. Al hincha decirle que me siento en deuda con ellos por todo lo que pasó. Tenía unas ganas bárbaras de volver para retribuirle de alguna manera todo lo que me brindaron, pero no se terminó de dar la oportunidad. Desde el primer momento me demostraron un cariño enorme y me hicieron emocionar varias veces con todos los halagos y cánticos que recibí. Muchas gracias y pedirles perdón por todo lo que ha pasado.