Hamilton Ricard: «Danubio es grande y le guardo mucho cariño»

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El colombiano Hamilton Ricard anotó otro gol e inauguró Sin Espacio, la sección en la que traeremos historias en blanco y negro o chocolate y merengue, como la de hoy. Los recuerdos, el presente y su futuro sin anestesia.

¿Cómo y en qué está Hamilton Ricard?
Estoy muy bien, viviendo en Cali con mi familia y trabajando en el fútbol en Cyclones Cali. De este club salieron jugadores como Carlos Sánchez, Daley Mena, Wilmar Barrios, etc. Anteriormente estuve en instituciones profesionales como Deportivo Cali o Atlético Huila. En paralelo me encuentro con proyectos políticos (alcaldía) y privados.


Agenda cargada… ¿Hay lugar para la dirección técnica?
Me han ofrecido, pero las condiciones no me parecieron óptimas y tampoco es dirigir por dirigir. Se tienen que dar ciertas pautas. Por ahora trabajo en el fútbol y soy un convencido que el estilo te lo definen los jugadores, no podes pretender salir jugando si no tenés los futbolistas para hacerlo, te vas a ganar un problema. Sí reconozco que si jugás bien, tenés más posibilidades de ganar, por supuesto.

Te llevo a la Curva de Maroñas en 2006.. ¿Qué te convenció de llegar a Danubio?
Son momentos de la vida, decisiones. Explicado bien, Danubio tenía mejor proyecto que otros equipos y lo demostró, no me equivoqué. Cuando uno tiene una carrera extensa no te sorprende nada: liga, club, características de practicar fútbol… hay diferentes formas de jugarlo, pero no dejan de ser dos arcos y gana el que hace más goles.


Cuando llegaste estaba Edinson Cavani. Dijiste que le enseñaste a definir…
Cuando nos encontramos, me pidió que le colaborara y con gusto le di unos tips. Uno tenía mil batallas y no solamente hablaba con Edinson Cavani, sino con el resto de los jóvenes. Le expliqué que había que hacer una pausa, no acelerarse y gracias a Dios entendió. Claro que él ya tenía sus condiciones, simplemente lo perfeccionó.

Edinson Cavani en pleno festejo con Hamilton Ricard

En tus dos pasajes en el el club, el Presidente era Arturo Del Campo. ¿Qué concepto te quedó de él?
Arturo es una excelente persona y gran Presidente, ojalá lo tuvieran todos los clubes. Está en Danubio en pro de la comunidad, intentando ayudar al club y ponerle lo mejor. A la prueba está, cuando él estuvo siempre marchó bien. Aprovecho a mandarle un abrazo y bienvenido siempre al fútbol.

Es imposible que no se hable de vos y aparezca de inmediato la imagen con Jorge Larrionda. ¿Cuál fue tu sensación aquella noche?
Me expulsó mal. Yo me freno y giro el cuerpo para no chocarlo, por eso la doble amarilla y roja me pareció de mal gusto. Pero lo reitero, yo estaba frío. Cuando lo enfrenté, también lo que había que enfriar era el partido, tenía que aprovecharlo a nuestro favor.

Qué equipo que era…

Un gran equipo con un técnico como Gustavo Matosas que le gustaba jugar un buen fútbol. Ganamos todos los títulos, tengo muchos recuerdos de esa temporada.

Algunos del plantel 2006/07 se tomaron con algo de gracia la llegada de Eudalio Arriaga. No lo entendían. ¿Qué recordás de su primer día en el entrenamiento?

(Risas) Los compañeros se miraban, les parecía curioso porque no estaba en forma y tenía una pierna más corta que la otra. Les dije: ‘esperen un poco y van a ver lo que juega´. Después por suerte lo demostró y dejó muy feliz a la gente de Danubio.

En tu llegada se dio la curiosidad que la empresa Ricard era sponsor de Danubio. ¿Te sorprendió?

Fue muy curioso y me hizo mucha gracia. Quedó la anécdota y me decían Ricardito: chocolate por fuera y el gol en el corazón.

Hamilton, despedite del hincha que te regaló tantos aplausos:

Un saludo muy especial para todos. Danubio es grande y a todos los hinchas los recuerdo con mucho cariño. Gracias por recibirme y ojalá nos podamos volver a ver. ¡Dale, Danubio!



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