Crónica de una mañana perfecta

La victoria de Danubio ante Miramar Misiones no fue lo único del domingo en Jardines del Hipódromo. El día contó con camiseta retro, nuevo sponsor, pisada con alto precio y una hinchada que no olvida ni perdona.

El Danubio Fútbol Club volvió a ganar en el Campeonato Uruguayo y es por escándalo la mejor noticia del fin de semana, pero la mañana de Jardines del Hipódromo estuvo cargada:

Memoria, verdad y justicia: La hinchada de Danubio eludió el silencio y recordó a los desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. En consecuencia, llenó las tribunas de margaritas, fotos y una bandera detrás de unos de los arcos con la frase: «La hinchada de Danubio No olvida NI perdona». Política es otra cosa, hoy volvió a quedar claro.

Danubio retro: Tras un nuevo aniversario del título logrado en la temporada 2006-2007, el plantel vistió con una camiseta réplica de aquella que llenó de fútbol todas las canchas. Tiffosi y la Comunicación del club los grandes responsables. ¡Se viene el aguinaldo!

Siempre iremos contigo: Cutcsa es el nuevo sponsor principal del tercer grande del país. La compañía de transporte más grande de Uruguay, debutó hoy y lo hizo con la misma efectividad que el bendito 103.

Triunfo histórico: La victoria de Danubio ante Miramar Misiones no fue una más, sino la 700 de su historia por el Campeonato Uruguayo de Primera División. Sebastián Fernández fue protagonista y la sonrisa es contagiosa.

Socio del VAR: Kevin Fontes no tuvo un buen arbitraje y las jugadas polémicas del encuentro las tuvo que resolver en una TV 32 pulgadas. El penal de Ignacio Yepez y la expulsión del propio jugador colombiano, pasaron por revisión. Faltó seguridad para llevarse el silbato a la boca.

La pisada: Cuando el partido estaba por llegar a su fin, Alexander Velázquez se paró encima de la pelota e hizo que la temperatura de los rivales rompiera los termómetros matutinos. En consecuencia Anthony Sosa fue expulsado y Maximiliano Perg también vio la roja en el banco de suplentes franjeado. Tuvo su precio «La gran Soteldo».

Ganó Danubio, la verdadera crónica de una mañana perfecta.